Grita… gritaba y grita aún la chica en su reclamo
Clama compañía en lo cotidiano
No ha logrado deshacerse de sus llantos, de sus gritos y
reclamos
Sordos, callados, mudos
se ahogan uno tras
otro en el silencio en que respira el mundo
y dentro grita
y dentro pide compañía,
no dejó de velarla la sombra eterna de su soledad
no la dejó cual celadora jugando con sus pasos,
no la dejó su ausencia.
Pobre chica del grito ahogado
Se murió en sus reclamos
La soledad del querer estar acompañada
-¿Entonces por qué amamos?:
Murió susurrando
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